miércoles, 16 de marzo de 2011
Julius, el conocido desconocido
«Tú me desprecias por ser vagabundo, y mi destino es vivir así. Si vagabundo es el propio mundo que va vagando en un cielo azul. Qué importa saber quién soy, ni de dónde vengo, ni por dónde voy...»
Así empezaba un articulo de La Voz de Galicia publicado hace ya casi un año, sobre el tema que me trae hoy aquí. Las palabras están sacadas de un antiguo bolero, pero no hace falta tirar de cancionero popular para citar a este personaje. Creo que no hay coruñés o visitante asiduo de esta ciudad que no se haya impresionado al cruzarse con este conocido desconocido de la ciudad... Pero, ¿qué se esconde tras esas bolsas de basura? ¿Qué historia hay tras esos andrajos que usa como ropa?
La historia se remonta al verano de 2006, el velero donde navegaba este hombre, hace escala en A Coruña, a los pocos días zarpa pero se deja en tierra a uno de sus marineros: JULIUS. En un principio, este joven de estética "surfeira", pelo corto y rubio, se dedicó a pedir dinero por el centro, especialmente en la Calle Real. Un escueto cartel que ponia "40 céntimos" resumía su modo de vida: mendigar para ir pasando el dia a dia. Pero no se sabe cuando ni por qué la cosa fue derivando en la situación actual; pelo largo y despeinado, barba larguisima, una falta de higiene patente por el fuerte olor que desprende, deambular semidesnudo con sus bolsas de basura y alguna manta... bueno, como decía antes, excuso dar mas datos de su indumentaria ya que es un personaje que se deja ver mucho por esta ciudad...
Diversas organizaciones del tipo Cáritas o Cruz Roja se interesaron por él pero siempre (o casi siempre) ha rechazado la ayuda, tanto si es de estas instituciones como si es de particulares que al verlo por la calle y en ese estado se ofrecen para echarle una mano (aun queda buena gente en este mundo). Además los exámenes médicos que se le han realizado reflejan que es una persona totalmente cuerda, que no tiene ningún desequilibrio mental y él se encuentra a gusto en su situación actual. Como responde cuando alguien le pregunta: «Soy un ciudadano del mundo, me encuentro bien y soy feliz»
Julius, recibe cada cierto tiempo un dinero desde Alemania, que es de donde él procede, la cantidad no es muy alta pero la aprovecha para ir a una pensión y asearse un poco, al poco tiempo, vuelve a la calle y comienza el bucle otra vez, y a recibir las preguntas de instituciones y particulares que el siempre se limita a contestar con un: «Estou bem, gracias»
Y ahora viene la reflexión: Resulta que Julius es pacífico, no suele causar problema, se limita a deambular por la ciudad y poco más, el dice que es feliz así; La policía lo sabe, Cruz Roja lo sabe, Cáritas lo sabe... Pero ¿por qué tienen que actuar y cambiar la situación de Julius? ¿Por Julius? o ¿POR LOS QUE LE MOLESTA LA PRESENCIA DE JULIUS EN LA CIUDAD? ¿No sería una actuación altruista que enmascara el egoísmo puro y duro?
Todas las fotos han sido sacadas de La Voz de Galicia
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